“Terroir” Finca de Poboleda – Flora (DOQ Priorat)

Ya hace varios días que parece haber llegado la primavera, los pájaros cantan incesantemente en un despliegue de sonidos, también las lagartijas que con el aumento de las temperaturas, se atreven a salir de sus guaridas, mientras que mariposas y abejas se dejan ver entre las flores buscando aquellas con un néctar más suculento. En efecto, la naturaleza ha explosionado en una gran variedad de colores y sonidos.

Nuestras cepas ya llevan tiempo “llorando” e incluso algunas con las yemas infladas empiezan a brotar y podemos observar formaciones de caléndula, algunos zapatitos y arvejones, entre las hileras del cultivo. En los bordes con desnivel pronunciado aparecen hinojos, conejitos y chupamieles.

Si nos aproximamos al barranco, al lado de algunas encinas, salta a la vista una intensa flor amarilla que proviene de algunos narcisos. En una zona con cariñena centenaria, podemos observar alguna linaria y al lado, en un punto rocoso y abrupto, localizo unas manchas rosadas, es un tomillar que conforma una interesante comunidad con musgos y líquenes.

 

Toda está variedad  de plantas se han de ir manteniendo aplicando medidas agrarias adecuadas, como el mínimo laboreo y de poca profundidad, desbroces selectivos en los lugares que sean necesarios y mantenimiento de los márgenes florales.

Todas las especies citadas tienen una importante función en el equilibrio ecológico: mantienen la humedad del terreno, sus raíces trabajan ha diferente profundidad activando los microorganismos del suelo. Cuando mueran generarán nutrientes y otras, como las leguminosas, fijan el nitrógeno subterráneo.

 

Como podemos ver la flora que viven en nuestro terreno nos indica el camino que debemos seguir, manteniendo una perfecta armonía con el entorno y que repercutirá, como no puede ser de otra manera, en los vinos que se generen en nuestro “terroir”.

Fig.1 Tomillar                                                         Fig.2 Arvejón

     

Fig.3 Caléndula                                                      Fig.4 Chapamieles

     

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